Recuerdos de lo (el) amado
No creo que el amor sea un desperdicio.
En algún punto, quise creer eso, que no valía la pena amar tanto, porque veía hacia atrás y al recorrer todo lo bueno que hizo al amor, en el presente, me destruía. ¿Cuántas veces se puede romper un corazón? Me he acercado a una respuesta: cuantas veces recuerdes lo amado.
Y es verdad, aún me destruye mirar al amor del pasado porque ya no está aquí en el presente, pero ya no pienso que sea un desperdicio, al contrario, qué orgullo saber que exista tanta intensidad, que se pueda sentir algo tan hermoso de una forma desbordante en un mundo donde vemos muchísima crueldad.
Qué belleza existe en el cariño, cuando solo tienes que tomar su mano para sentir calma; qué hermosura existe en la atención, cuando con una mirada se sostiene un abrazo que le hace saber al otro que todo está bien; que preciosidad existe en las caricias cuando son las únicas palabras que se necesitan decir.
Agradezco cada momento que me dejaron amar y agradezco todavía más lo mucho que me amaron.
Agradezco tanto haber podido tomar su mano y llevarlo junto a mí cuando tenía nervios; agradezco poder reírnos de las mismas cosas; agradezco cada noche que pasamos juntos diciéndonos cuánto nos queríamos; agradezco el haber podido ver sus ojos y sentir que su mirada me decía todo lo que no salía de su boca; agradezco cada pequeño beso con los ojos abiertos; agradezco las canciones, los cumplidos, las cartas, los detalles, las flores, el “me acordé de ti”; agradezco que estuviera a mi lado; agradezco el haberme enamorado; agradezco el haberle conocido; agradezco todo lo que me enseñó, hasta las mañas que ahora puedo replicar; agradezco sus abrazos; agradezco la vida que viví a su lado. Pero, sobre todo, agradezco saber que pude amar así, tanto, enorme, increíble y hermoso.
Siempre estará en mí esa parte de mi vida donde amé. Estará en las canciones, comida, perfumes y el aire… y estará en un baúl especial donde he puesto todos los recuerdos tangibles de lo que ha sido amar.
¿Cuántas veces se puede romper un corazón? Todas las veces que se recuerde lo amado. Y está bien, porque es el hecho fehaciente de que existe algo tan sublime en esta vida.
Y cada que sienta mi corazón romperse y salga de mi boca “no vale la pena amar”, voy a regresar a esto y recordaré que amar es lo más hermoso que he hecho y que me han hecho, que amar no es un desperdicio, que amar me hizo sentir increíble y que haberle amado, hoy, ha sido una de las cosas más grandes de mi vida.
Aunque mi corazón se rompa ante el recuerdo, sé que lo amado, volverá a sanarlo.