Moronas
Te trepa por la garganta y se te enreda apretando un poco tu tráquea.
La música no te hace sonreír y no tengo ganas de bailar. Mover los músculos necesarios para sonreír es misión medio imposible, si puedo ahorrar esa energía, lo hago.
Los círculos violáceos alrededor de mis ojos hoy tienen una opacidad característica. Mis pestañas no están redirigiendo ningún brillo desde mis ojos. Algo se está muriendo dentro de mí y desconocer el qué me hace sentir más claustrofobia que un armario de escobas.
Los cerrojos de mi fuerza los viola, hace que me agache a las moronas. Destruye mis muros de un golpe estratégico, y mientras todo se derrumba da tiempo de ver cada grieta nacer, cada pedazo despdrenderse de mi pecho
No importa cuantas cuerdas estén tirando de mi mástil, si el ancla la manejo yo. El viento me empuja pero un yunque gris no deja que nada semueva, arrastrando todo bajo tierra.
Cuando por fin me rompo, y rompo a llorar, las presas que contenían mis angustias se quiebran junto conmigo. Pero somehow, mi corazón puede nadar en mi llanto para salir a ver la luz otra vez.
Las gotas caen por mis mejillas pero sólo después de limpiar mis córneas. La valentía de poder quebrarme con libertad se vuelve la corriente que me va a empujar hacia la salida.
Estrechez sin nombre .
Cadáveres de sombras.
El agua se agita debajo de mí, me siento loca sonriendo por eso. Pero sé que recordé inconscientemente que la marea se siente más en la salida del túnel.